Tan pronto como la noticia se esparció en las redes sociales, Julie Barrilliot, una joven de 20 años, no dudó en comprar un boleto de avión desde Francia para ser testigo del regreso del famoso Lago Rosa.
Ubicado a tan solo 40 kilómetros al noreste de Dakar, la capital de Senegal, el Lago Retba es un imán para turistas de todo el mundo.
Este lago poco profundo, separado del Atlántico por una estrecha duna, es tan salado que, al igual que en el Mar Muerto, los bañistas flotan como corchos.
La extracción de sal de sus aguas, que es responsable en gran parte de su característico color, también representa una actividad secundaria muy lucrativa para la región..